5 consejos para proteger a tu hij@ del frío
Del mismo modo que en verano se protege a los niños (y especialmente a los bebés) del sol y del calor, también en invierno se deben tomar ciertas precauciones para que las inclemencias del tiempo (frío, viento...) no incidan más de lo debido sobre su salud. Cómo abrigarle, si dar un paseo cuando hace frío... son algunas de las dudas que os planteáis muchos padres durante esta época.
Aquí os dejamos algunas recomendaciones que los médicos ofrecen al respecto:
- Vigilar los cambios de temperatura para evitar que sean bruscos, especialmente cuando salimos o entramos en casa con nuestro hijo. Se recomienda que su habitación tenga una temperatura de entre 20 y 22 grados, evitándose en todo momento la sequedad ambiental, pero sin olvidarse de mantener el hogar ventilado.
- Hidratar la piel: Es fundamental que los padres continuéis cuidando y protegiendo la piel de los pequeños de los factores externos como el frío, el viento y, por supuesto, del sol en otoño e invierno. No olvidéis que la piel de los niños, especialmente de los bebés, se caracteriza por su sensibilidad, lo que os obliga a mantenerla bien hidratada. En este sentido recordad que un descenso de la humedad del aire en esta época del año produce sequedad en su piel que puede provocar irritaciones.
- No descuidéis la alimentación, pues continúa teniendo un papel clave a la hora de evitar que los niños se contagien de resfriados o gripes. Si el niño es todavía muy pequeño y continúa en la etapa de lactancia materna, la composición de esta leche le protegerá frente a diversas enfermedades.
Si por el contrario, la alimentación del pequeño está basada en alimentos más sólidos será necesario que lleve una dieta sana, variada y equilibrada que incluya frutas y verduras ricas en vitamina A y C sin olvidarse de la leche, el pescado e incluso la pasta, entre otros.
- Continuar con los paseos, aunque haga frío. Las bajas temperaturas no deben ser un impedimento para salir a pasear con el pequeño. Lo que hay que hacer es abrigarle bien (abrigo, gorro, bufanda y guantes) y proteger su piel. A partir de ahí, un paseo a media tarde asegura que el niño reciba una dosis de luz natural y aire fresco.
- Seguir el calendario de vacunas: Es en esta época del año cuando los niños son más vulnerables a padecer ciertas enfermedades respiratorias. Sin embargo, es posible evitarlo con cuidados específicos y manteniendo actualizado el calendario de vacunas.
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